¿Puede el amor sobrevivir al coronavirus?
El coronavirus ha modificado de manera importante la forma en la que muchos de nosotros nos estamos relacionando. La situación parece complejizar o profundizar procesos sociales que desde hace varias décadas se venían gestando, volcados hacia la individualidad e incluso la soledad. Las relaciones amorosas no son la excepción. Por el contrario, parecen vivirse tiempos difíciles para los enamorados. Solo basta revisar los siguientes casos provocados por la cuarentena:
1. Los solteros
A pesar de que ligar sin necesidad de presentarse cara a cara, en cualquiera de las aplicaciones disponibles, se ha convertido en una actividad normal para muchos de nosotros, la cuarentena lo ha complicado todo. A los muchos riesgos que implicaba ya, el conocer a alguien en línea se suma uno nuevo: el contagio. Ya no importa si es el amigo, del amigo (y por tanto conocido), el peligro es inminente. Por tanto, la soledad y las eternas pláticas por internet se han convertido en una acción recurrente.
2. En una nueva relación
A aquellos que disfrutaban de las dulces mieles de estar en una nueva relación, el aislamiento también les ha complejizado mucho las cosas. Pues la confianza no es lo suficientemente fuerte como para pasar días enteros en la casa del otro por lo que, la relación podría enfriarse un poco. Si se atrevieran a intentarlo, podrían descubrir “cosas” para las que la relación no se encontraba preparada…
3. Viviendo con pareja
Podría ser que hasta ahora llevaran una buena relación. Tomaban café por la mañana y cenaban por las noches. Sin embargo, con el Coronavirus pasan 24 horas juntos, los 7 días de la semana. Y lo que parecía una curiosidad o un gesto peculiar ahora se vuelve molesto, incluso insoportable. Escuchas la totalidad de sus llamadas de trabajo, sus chistes laborales y cada 4 horas sin falta, la pregunta: ¿qué vamos a comer? Todo ello acompañado del calor primaveral y el ruido ambiental de los vecinos.
4. Viviendo con pareja e hijos
Los niños dejaron de ir a la escuela. Recibes correos y llamadas de tu jefe cada hora. Al mismo tiempo, los críos te piden de comer o que les pongas el mismo video de YouTube que han repetido más de cien veces toda la semana. Pronto es hora de la clase online o de resolver el montón de tareas que la escuela les ha dejado. Sigues sin poder avanzar en el trabajo de la oficina. Tu intención de reducir el tiempo en el celular de tus retoños se convierte en un propósito más que no cumplirás. Toca el turno de tu pareja de cuidar a los chavales, sin embargo, su reunión telefónica se alargó y se olvidó de que tú también trabajas.
Parecen vivirse momentos complicados para iniciar una relación, para desarrollarla o para mantenerla. Y, sin embargo, ahora más que nunca nos damos cuenta de la importancia que tiene “el otro” en nuestras vidas. Comenzamos a extrañar saludar a los vecinos por la mañana o al señor del café camino al trabajo; valoramos la convivencia con los compañeros de la oficina y las reuniones laborales; añoramos poder concretar una salida con los amigos o con la familia… Mismas reuniones que tantas veces cancelamos.
Hoy más que nunca nos damos cuenta de los importante que es tener a alguien a nuestro lado que nos quiera, que nos apoye y que nos acompañe en el día a día. Se viven tiempos difíciles para el amor y, sin embargo, hoy más que nunca no habría de dejar de soñar con alcanzarlo.
Alejandra López
@Alels