En la actualidad, los videojuegos se han consolidado como un medio que permite crear públicos y comunidades mediante formas que en ocasiones son inéditas. No es gratuito que el youtuber con mayor número de seguidores en el mundo sea un gamer, ni que miles de streamers encuentren en plataformas como Twitch una forma de vida. Podríamos también mencionar otros eventos masivos alrededor de los videojuegos, desde los conciertos de Fortnite, hasta la industria de los e-sports, para reconocer que el estereotipo del videojugador como una persona introvertida que prefiere pasar la tarde aislado con su consola, ha perdido vigencia.
El fenómeno mundial generado recientemente por
Pero más allá de su éxito comercial, AC: NH ha sido un fenómeno mundial gracias a la creatividad de su comunidad de videojugadores. Y es que el juego posee un componente social que permite visitar la isla de nuestros amigos (o que visiten la nuestra) mediante el simple intercambio de códigos. Así, lo que comenzó con la publicación de códigos a través de las redes sociales, ha derivado en la creación de sitios en internet en los que los jugadores esperan horas formados en filas virtuales con la esperanza de ingresar a las islas más atractivas; o en la celebración de fiestas en las islas, incluso, bodas virtuales con todo e invitados. También, el juego se ha convertido en un punto de encuentro frecuente para las citas de Tinder y ha sido usado en China como plataforma de protesta social (razón por la cual se prohibió su comercialización en dicho país). La popularidad de AC: NH ha llegado al punto de que el MET de Nueva York anunció que mediante un código QR, se podrían descargar miles de sus obras digitalizadas para que los jugadores puedan decorar con ellas sus islas, mientras que el diario británico Financial Times dedicó recientemente parte de su primera plana a discutir la economía interna del juego.
En fin, en tiempos de coronavirus, el fenómeno que ha desatado AC: NH nos muestra el potencial que tienen los videojuegos para salir del aislamiento. Ya sea a través de una computadora o una consola, este periodo resulta un momento idóneo para descubrir de todas esas formas de comunidad que los videojuegos pueden ofrecer.
Federico Ricalde.
@ricaldef